El fin del mundo ya no es lo que era

Amigos, el fin del mundo ya no es lo que era. Recuerdo con cierta nostalgia que cuando era infante en la televisión nos bombardeaban constantemente con cada nueva versión posible del Apocalipsis, que si el año 2000, que no que al final era el 2001, que no que se dejaron uno al sumar i al final era el 2002 que casualmente había un eclipse.  En fin no sé si es que las cosas de la actualidad ya están suficientemente chungas y en el programa de Ana Rosa  no interesa la noticia para subir la audiencia o si directamente ya no le dedico suficiente tiempo a la tele, pero el caso es que el mundo se acaba este sábado 21 y yo no me había enterado.

Resulta que un buen señor llamado Harold Camper propietario de una radio usamericana de difusión Cristiana ha utilizado el método que yo llamo ‘El péndulo de Foucault’ (en honor a la novela de Umberto Eco) para predecir el fin del mundo. Dicho método consiste en escoger un dato irrelevante y construir todo un sistema esotérico  encima de él. Bueno pues el buen hombre ha cogido números de la Biblia (ojo, no de cualquier libro, que esto si lo haces con un Harry Potter no te sale bien!) y los ha sumado, multiplicado y un largo etc. de ados y al final le ha salido que el 21 de mayo se producirá el Éxtasis (no confundir con droga discotequera, nos referimos a cuando las almas de los justos serán teletransportadas al cielo). Y qué pasará con los malos? Que si nos ponemos en plan Viejo Testamento seremos casi todos; pues no lo he acabado de entender, pero el reverendo dice que tendremos  5 meses entre el Éxtasis y el día que la Tierra se diluya o sea que me temo que los que quedemos por aquí tendremos que cubrir las bajas laborales de los más buenos que estarán de guateque en el cielo. Bueno, bien mirado al menos se reducirán las tasas de paro así que el fin del mundo después de todo no sería tan malo.
 http://www.elmundo.es/america/2011/05/13/estados_unidos/1305250363.html