27 nov 2011

In time, hasta que llegó su hora

Andrew Niccol que se estrenó en la silla de director con la memorable Gattaca aquí regresa para traernos un thriller con resultado irregular. Will Salas (Justin Timberlake) ejerce de improbable héroe proletario que gracias a un hecho casual decide emprender una vendetta contra el sistema financiero de una distopia sci-fi. La dirección de Niccol es bastante sencilla y no nos da ninguna secuencia para el recuerdo, el cast es bastante regulero recayendo prácticamente todo el protagonismo en Timberlake y Amanda Seyfreid, muy monos los dos, en plan héroe de acción. La verdad es que el guión de este film tiene agujeros lógicos por doquier, y el disfrute del espectador dependerá de su capacidad para obviar lo evidente, siendo el agujero principal si se acepta la premisa de la que parte, el tiempo de vida como dinero. Como momento sobresaliente por su ‘chanantidad’ destaco el ‘pulso de la muerte’, risa garantizada.
También cabe destacar el para nada oculto subtexto ‘antisistema’ de la película, con su héroe proletario robando el ‘tiempo’ de malvados bancos para repartirlo en el ghetto, y ese final con su manifestación ‘Occupy Wall Street’, seguramente el subtexto ayudará a la venta de entradas.
Dicho esto se me ocurre que de esta película se podría hacer un genial juego de borrachera si el espectador se pudiera meter un chupito cada vez que Niccol hace un juego de palabras con el término ‘tiempo’, borrachera garantizada (y dolor de cabeza garantizado para el traductor).
Le damos un 5/10
Recomendada especialmente a los banqueros.

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